Entre lo estridente y lo inevitable
Con las cosas así planteadas,
tu teléfono no sirve de nada.
Voy a ahorrarme esa llamada,
sé muy bien que no estás preparada.
Y si me esquivas por la calle,
si tienes miedo de que te avasalle,
toma nota de un detalle,
cuando apunto es imposible que falle.
tu teléfono no sirve de nada.
Voy a ahorrarme esa llamada,
sé muy bien que no estás preparada.
Y si me esquivas por la calle,
si tienes miedo de que te avasalle,
toma nota de un detalle,
cuando apunto es imposible que falle.
Sir Isaac Newton
Todo objeto en el universo que posea masa ejerce una atracción gravitatoria sobre cualquier otro objeto con masa, aún si están separados por una gran distancia. Según explica esta ley, cuanta más masa posean los objetos, mayor será la fuerza de atracción, y además, cuanto más cerca se encuentren entre sí, mayor será esa fuerza también, según una ley de la inversa del cuadrado.
Considerando dos cuerpos de tamaño pequeño comparado con la distancia que los separa, se puede expresar lo anterior en una ecuación o ley diciendo que «la fuerza que ejerce un objeto con masa m1sobre otro con masa m2 es directamente proporcional al producto de ambas masas, e inversamente proporcional al cuadrado de la distancia que los separa», es decir.
Donde:
G es un número fijo, llamado constante de la gravitación universal
m1 es la masa del primer objeto
m2 es la masa del segundo objeto
d es la distancia entre ellos
G es un número fijo, llamado constante de la gravitación universal
m1 es la masa del primer objeto
m2 es la masa del segundo objeto
d es la distancia entre ellos
Suscribirse a:
Entradas (Atom)